Retomo el tema de las grandes cadenas de medios, no desde el lado financiero como se estaba conversando recién, sino desde su poder simbólico, que también fue tratado en el programa, cuando ustedes hablaban de perdida de rating y de interés de Jorge Lanata, por ejemplo.
Desde lo financiero, Ernestina y Magnetto se quedan con la porción más grande, que son Fibertel y Cablevisión, que es lo que recauda, y a partir de ello sostener la batalla simbólica mediante los otros medios, que a través de otros directivos van a seguir manejando.Él termina siendo un instrumento, no es el que piensa la estrategia. Comunica bien, ha encontrado un formato, pero no se trata de un periodista, sino de un showman.
En la misma semana que se nos muere Ernesto Laclau, que tanto le aportó desde el punto de vista intelectual a este proceso popular, se muere Eliseo Verón, que era sí uno de los que diseñaba intelectualmente la estrategia de Clarín. A través de sus diferentes instrumentos, le dicen al lector, oyente o televidente: ‘nosotros somos independientes, estamos de tu lado, expresamos lo que te pasa, y del otro lado está el gobierno corrupto’. Y en ese esquema utilizan diferentes vías. Lanata es una, Mariana Fabbiani es otra, Telenoche con Biassati y Santillán, etc. Lo permanente es la denostación de la política, ¡siempre la denostación de la política! Porque al neoliberalismo no se podría volver cuando la sociedad cree en la política.
Con motivo del enjuiciamiento del fiscal Campagnoli, vuelve el caballito de batalla de demonizar a Lázaro Báez. Yo no avalo ninguna ilegalidad que se compruebe judicialmente. Pero digamos que en la década de los noventa, mientras se rifaba el patrimonio público, los empresarios exitosos ocupaban la primera plana. Los Antelo, los Ratazzi. En aquel contexto no estaba mal que los empresarios ganaran mucha plata y multiplicaran su patrimonio…
El linchamiento mediático de Boudou forma parte de lo mismo. Al recuperarse las AFJP, ellos perdieron millones de dólares en comisiones, negocios financieros y pautas de publicidad. Eso es lo que no le perdonan. Cuando Javier González Fraga, en Clarín, plantea volver a endeudarnos, lo que propone es volver a ese mismo esquema de negocios financieros. Tenemos que tener cuidado con el inminente acuerdo de libre comercio a firmarse entre el Mercosur y la Unión Europea, porque la igualdad de condiciones para colocar productos entre economías con un desnivel muy grande de competitividad, implicaría que ellos nos coloquen sus productos y traben el ingreso de los nuestros. Y cuando los medios dominantes exaltan la visita del presidente de Uruguay a Obama, si bien tiene aspectos positivos, el mensaje implícito es: Uruguay puede dialogar con los EE.UU. por fuera del Mercosur. Cuidado con eso.
Finalmente, la batalla debe continuar en el terreno de los hechos, tanto como en el campo simbólico, el que desmonta tornillo por tornillo y tuerca por tuerca el discurso hegemónico. En los hechos, la ley que protege el trabajo registrado o el aumento de las asignaciones familiares. En lo simbólico, ampliar los espacios como el programa de tv que iniciará Luis D’Elía en CN23.
Y detrás de todo esto, el armado de la fuerza política propia capaz de sostener y profundizar este proceso. Luego de 12 años, lógicamente que el alejarse de la conducción del Estado produce un impacto. Obliga a las piezas a moverse en distintos caminos. Todos ellos pueden ser válidos, menos uno: el de la resignación.